Veamos primero las tendencias de crecimiento. Tal como muestra la figura 1, los activos totales de la banca alcanzaron $66.9B en marzo del 2019, y siguen la tendencia alcista que comenzó a finales del 2016, impulsado por el aumento en los depósitos (pasar cursor por la gráfica para ver los números exactos). El aumento prolongado en el nivel de depósitos es consecuencia de varios factores: i) La reducción de la deuda de familias y empresas que, a lo largo de la larguísima crisis económica, han pasado por un duro proceso de «desapalancamiento» y disponen de mayor liquidez, ii) Las ayudas federales y los desembolsos de las aseguradoras después de María, iii) Una mayor aversión al riesgo tanto de individuos como de empresas después de la crisis económica, iv) El aumento de las tasas de interés de referencia por parte de la Reserva Federal, y v) Las todavía limitadas alternativas de inversión.
Sin embargo, seguimos sin observar una expansión del crédito a través de la colocación de esa liquidez. Las originaciones bancarias, si bien crecieron en 2018 respecto al 2017 ($5.80B en 2018 vs 5.26B en 2017) todavía se sitúan en un 62% de las originaciones de 2012-13 y en un 33% de las originaciones de 2005-06, de manera que la banca apenas logra compensar con su crecimiento orgánico la natural reducción de sus préstamos existentes. Las originaciones del primer trimestre del 2019 se situaron un 30% por encima del año anterior cuando el paso del huracán María era muy reciente, pero todavía estaban un 17% por debajo del 2017. Como se observa en la Figura 1, la cartera de crédito de los bancos se ha mantenido estable en los últimos dos trimestres y el empujón que se observa en el trimestre anterior es reflejo de la compra de Reliable Auto por parte de Banco Popular, no de crecimiento en las originaciones.
Al mismo tiempo, la dificultad por crecer la cartera de créditos hace que los bancos tengan que destinar buena parte de la liquidez que les proporcionan los depósitos a aumentar su efectivo y cartera de inversiones. El agregado de efectivo y cartera de inversiones de la banca alcanzó $24.9B en marzo de 2019 en comparación con $16.1B en diciembre de 2016 (55% de crecimiento). Como veremos a continuación, este hecho no ha mermado la rentabilidad de los bancos, pero a largo plazo es un factor a tener en cuenta.
Ya hemos visto la dificultad de los bancos a la hora de crecer orgánicamente. Veamos ahora cómo se está comportando su rentabilidad. La rentabilidad de la banca se situó en 14.9% en el primer trimestre del 2019, en línea con el 2018 (14%) y muy por encima del 4.6% del 2017 o del 4.3% del 2016 (ver Figura 2). Este es un nivel de rentabilidad extraordinario para un mercado como el puertorriqueño, en medio todavía de una crisis económica y fiscal y después del paso del huracán María.
Pero ¿qué causas hay detrás de este espectacular aumento? La figura 3 reconcilia el ROE antes de impuestos de la banca en el primer trimestre del 2019 con el del año 2016. Hemos elegido el 2016 como punto de comparación porque el 2017 fue un año inusual en el que los bancos tuvieron que aumentar sustancialmente su reserva por impagos a raíz del paso del huracán María. Un análisis contra el año 2017 nos hubiera mostrado una mejora artificialmente grande por el menor gasto de provisión por impagos. Volviendo a la figura 3, vemos como la banca fue capaz de mejorar en casi todas las palancas de rentabilidad.
En primer lugar, mejoró su margen financiero, es decir, la diferencia entre ingresos de intereses y gastos de intereses (principalmente lo que se paga por los depósitos). Así, los ingresos de intereses sobre cartera de crédito + inversiones pasó de 5.55% en 2016 a 5.85% en el primer trimestre del 2019 (aumento de 30 puntos base), mientras los gastos de intereses (o costo de fondos) sobre depósitos solo aumentaron de 0.65% a 0.72% (7 puntos base). Ello se tradujo en una mejora neta de 1.13 puntos porcentuales en el ROE antes de impuestos (ver Figura 3). Esta evolución muestra la capacidad de los bancos por trasladar los aumentos en las tasas de referencia a su cartera de crédito (sobre todo a través de carteras de tasas variables) y mantener bajo control el precio de los depósitos.
El segundo factor de mejora son los otros ingresos, que incluyen tanto comisiones y tarifas de productos y servicios como otros ingresos extraordinarios. El aumento en otros ingresos representó un aumento en ROE antes de impuestos entre el 2016 y el primer trimestre del 2019 de 1.88 puntos porcentuales (ver Figura 3).
El tercer elemento impulsando la rentabilidad de la banca fue la reducción en el gasto de provisión de crédito que generó un aumento de 2.42 puntos porcentuales en ROE antes de impuestos. Esta mejora es el reflejo del trabajo de la banca por limpiar sus carteras a través de esfuerzos de renegociación de las condiciones de los préstamos de clientes en mora, de políticas de originación de crédito más estrictas y de la venta de portafolios de préstamos «tóxicos». Esta mejora se refleja en los indicadores de calidad de activos que tenemos en nuestro portal de indicadores de la banca (http://prbankindicators.v2aconsulting.com/) como el «non-performing loans ratio» que pasó de 8.5% en 2016 a 6.6% en el primer trimestre del 2019.
Por lo que respecta a los gastos operacionales, observamos como la contención de los mismos ha sido un factor muy importante en la mejora de la rentabilidad de la banca. En particular, los gastos operacionales no relacionados a salarios y beneficios de la banca se han reducido en $131M de 2016 a 2018 y en $133M de 2016 al primer trimestre (anualizado) del 2019. Hay que tener cuidado con el número del primer trimestre del 2019 porque los bancos, al igual que compañías de otros sectores, suelen tener los últimos meses del año más cargados de gastos de promoción, publicidad y tecnología que los primeros meses del año. De cualquier modo, se observa un esfuerzo consciente por contener los gastos que, además, ha coincidido con una reducción de los gastos de gestión de la cartera «non-performing» por la mejora en la calidad de los activos (por ejemplo, gastos relacionados a las propiedades reposeídas, a la actividad de cobros, etc). Esta reducción se ha producido al tiempo que aumentaban los ingresos, lo cual indica la mejora en eficiencia de los bancos («cost to income ratio» de 55.2% en el primer trimestre del 2019 vs 72.7% en 2016).
El último elemento impulsando la rentabilidad de la banca ha sido el mayor nivel de apalancamiento financiero de algunos bancos que han visto como sus activos comenzaban a recuperarse sin la necesidad de aportar más capital.
Finalmente, en la figura 4 podemos comparar el desempeño de los bancos locales en términos de crecimiento y rentabilidad. Banco Popular, Oriental Bank y FirstBank han logrado combinar rentabilidad de doble dígito con crecimiento de la cartera de crédito, el primero impulsado por la compra de Reliable Auto y los otros dos a través de crecimiento orgánico. Banco Santander y Scotiabank, si bien han logrado seguir con su rentabilidad positiva en el primer trimestre del 2019, están viendo disminuir su cartera de crédito, lo cual nos indica el menor apetito por crecer en el mercado de Puerto Rico. En el caso de Scotiabank, se ha visto particularmente impactado por su dependencia de la cartera hipotecaria que representa alrededor del 60% de toda su cartera y del lento movimiento del mercado inmobiliario.
En resumen, la banca puertorriqueña sigue mostrando altos niveles de rentabilidad a nivel consolidado. Además, si logra mantener o ampliar el margen de intereses y continúa la favorable tendencia en calidad de activos, la rentabilidad podría aumentar todavía más. Por otro lado, los indicadores económicos como el Índice de Actividad Económica y la evolución del empleo siguen dando señales mixtas. Por ello, y dado que ya no existen tantas oportunidades de crecimiento inorgánico, debemos preguntarnos cuáles van a ser las fuentes de crecimiento de los bancos locales hacia adelante. ¿Seguirán buscando oportunidades fuera de Puerto Rico? ¿Hay espacio para una consolidación aún mayor? ¿Despegará finalmente la economía local cuando lleguen los fondos CDBG (Community Development Block Grant) recién aprobados? Veremos.
Notas
Fuentes
V2A Banking Indicators Portal (http://prbankindicators.v2aconsulting.com/); Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) (https://www5.fdic.gov/sdi/main.asp?formname=compare)
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