La banca múltiple se encuentra en un periodo de menor actividad crediticia en comparación con años anteriores después de las medidas restrictivas realizadas por las autoridades monetarias en el 2010 y el 2011. Además, el nivel de rentabilidad viene disminuyendo progresivamente si bien los niveles de ROE son todavía elevados. Por el lado más positivo, no se observa un deterioro de la calidad de los activos a pesar del menor nivel de actividad crediticia y los niveles de liquidez y de adecuación patrimonial continúan muy saludables. Para revertir la tendencia en los niveles de rentabilidad en un entorno de crecimiento moderado, los bancos deberán contener sus gastos y optimizar sus inversiones especialmente en un año eleccionario donde el nivel de volatilidad puede ser mayor.