La banca múltiple del país continúa mostrando altos niveles de rentabilidad, tasas de morosidad reducidas y una sólida posición patrimonial. Ello la sitúa en una buena posición para afrontar un periodo difícil en que se está poniendo en duda la solvencia crediticia del país, después de que su déficit fiscal se haya disparado en pleno año eleccionario. El nuevo gobierno ha reaccionado rápidamente para corregir esta situación estableciendo un plan de reducción del gasto público y pasando legislación para subir los ingresos. Aunque estas medidas servirán para garantizar la viabilidad fiscal del país a mercados e inversores, podrían resultar en una caída del consumo público y privado con impacto negativo en la actividad prestataria y el nivel de morosidad de la banca múltiple en el 2013.